Piñonate, brevísima historia de un dulce margariteño

  

Para los amantes de los dulces criollos, el legendario piñonate es protagonista dentro del imaginario margariteño. Al igual que otras preparaciones típicas del país, este dulce esconde historias y supersticiones en torno a su elaboración que si no las conoce, de seguro le sorprenderán.

 

Cuando visite Margarita, no dude en pasar por las laderas del cerro Copey, camine junto a los alrededores de San Juan Bautista y aproveche el día para conocer el caserío de Fuentidueño, lugar marcado por uno de los sabores más especiales y atesorados  de la isla: el piñonate.

 

Originalmente, una de las razones por las que se preparaba este dulce, era para festejar el Domingo de Resurrección, siendo también, tradicional en España, (específicamente en la localidad de Linares de Sierra) y, aunque en Venezuela las recetas varían, comparten tradiciones cristianas muy similares y poseen climas parecidos entre ambas regiones.

 

Por ello, es bastante seguro que el dulce neoespartano haya sido adoptado en Venezuela en la época colonial (así como muchos otros platos de nuestra gastronomía). Sin embargo, la diferencia de  estas dos versiones del piñonate es que los españoles lo preparan con piñones y azúcar, o con almendras, por mencionar algunas de las interpretaciones más populares.

 

En Margarita, el piñonate se elabora con lechosa verde rallada, melado de papelón, canela, clavos y conchas de naranjas (si no hay naranjas, puede ser piña) algunas versiones también le agregan guayaba. Todo esto se junta y se elabora una mezcla que se extiende sobre una superficie plana para lograr que adquiera firmeza.

 

Así mismo, existen diversas supersticiones que envuelven la realización del dulce y que hoy día se han convertido en tradición para todos aquellos que acostumbran hacerlo. Una de las más conocidas reposa en la creencia de que las fases lunares influyen directamente en la preparación del dulce y hasta el presente, persiste la presunción de que la mujer no puede entrar en la cocina mientras están menstruando ya que se cortaría y se perdería el punto del dulce.

 

Sin duda alguna, es todo un evento disfrutar del tradicional piñonate. Si desea experimentar con todos los sentidos el arte de su ejecución además de la oportunidad de pasear por el pueblo de San Juan Bautista, pregunte a los lugareños por la familia Villarroel y si coincide en la fiesta de San Isidro ¡no desaproveche! ya que todos los años, entre los días 14 y 15 de mayo se celebra la Feria del Piñonate.

 

Y tú, ¿qué esperas para saborear este delicioso postre?

 

Fuente: El Estímulo