El Turismo: ¿un cuento de nunca acabar?

Los cuentos de nunca acabar son historias que se repiten sin cesar hasta que la paciencia del interlocutor se agota, y aun así, nunca termina. Esa pareciera la situación del turismo en Venezuela. Son años y años de paciencia, escuchando las bondades de los proyectos para el desarrollo del turismo, sin que quienes echan el cuento, siempre los del gobierno de turno de cualquier color que sea, hagan otra cosa que repetir la historia ante la incrédula paciencia del país, de las comunidades con vocación turística, de los prestadores de servicios y de todos los ciudadanos con vocación y ganas y necesidad de hacer turismo en el país. Los proyectos, por lo general son, dicho en lenguaje cinematográfico, un “remake” de los proyectos anteriores, salvo algunos destellos de fuegos artificiales, porque duran poco, de logros como la cartera turística que también, lamentablemente ha devenido en piruetas de amiguismo y ejercicios de desmontaje en dos tiempos, el primero para obtener la aprobación del proyecto, el segundo para obtener la aprobación del crédito. El Estado, se apropia sin recato de avances logrados por propuestas del sector privado, tal el caso del fondo de turismo, idea que nace en el seno de las organizaciones que agrupan a los distintos operadores turísticos con el propósito de promocionar Venezuela como destino turístico y sus distintas regiones y que era coadministrado entre el ministerio de Turismo y los representantes designados por Conseturismo con lo cual se lograba un cierto control sobre el destino de esos enormes ingresos y su uso adecuado, que hoy al ser desplazados los agentes privados ni se tienen noticias del uso de esos recursos, como no sea la sospecha de  que el fondo ha terminado siendo una caja chica, un soporte de burocracias y un financista de franelas y gorras.

¿No será necesario de cambiar de estrategia? ¿No será tiempo de retomar y actualizar las conclusiones de aquel Conversatorio organizado por los prestadores de servicio en Lecherías, Estado Anzoátegui al inicio del gobierno del presidente Chávez, a quien en propia mano se le entregó un ejemplar el cual habrá cumplido un destino, cuando más, de ser alimento de chiripas, comején y ratas? Quizás sea bueno abrir esos cuadernos y replantearse sus recomendaciones para tratar de ejecutarlas en un pacto social que involucre a las autoridades regionales, cámaras de turismo, comunidades organizadas, zonas educativas, prestadores de servicios y que suponga la realización de labores de saneamiento ambiental, saneamiento estético del destino turístico, , ordenamiento territorial y planificación urbana y sobre todo, capacitación, concientización y  seguridad, con el objetivo de  fraguar un turismo sustentable para beneficio de todas las comunidades y sectores involucrados.

Ahora en ocasión del Dia Mundial del Turismo, que en Venezuela debería celebrarse como Dia Nacional de la Constancia, el Tesón, la fe inquebrantable, el sacrificio y la paciencia del promotor privado, a cuyo casi exclusivo esfuerzo tenemos la red de servicio y atención que constituye la oferta turística nacional, yo invito con esta idea a que se sumen propuestas y  sugerencias que nos permitan salir de este marasmo inquietante;  que cada sector  trabaje en perfilar dentro de su área de acción, las medidas concretas que son necesarias para avanzar y concretar la consolidación definitiva de cada clúster turístico en la Venezuela que a la vuelta de la esquina nos espera, a ver si por una vez, le ponemos fin al cuento de nunca acabar.

 

Humberto Figuera

Vicepresidente Ejecutivo de ALAV

hfiguera@alav.org.ve

Volver al Boletín